jueves, 15 de diciembre de 2011
Excentricidades VI
VI. El circular tiene como destino sí mismo. Bueno, Cuatro Caminos sería como su causa primera.
martes, 13 de diciembre de 2011
viernes, 9 de diciembre de 2011
lunes, 5 de diciembre de 2011
No soy así pero no lo entenderías
¿Dónde estáis?
Hecho de menos la fe que me permitía reír.
¿A dónde he llegado?
Hecho de menos los descabellados sueños mecerse en dudas.
¿Qué es lo que ha pasado?
Hecho de menos el tiempo perdido.
¿Cuándo empezó?
La nostalgia me desgarra. El tiempo se ha allanado tanto que he perdido la orientación. Confundo los libros por mis recuerdos.
¿Cuánto más se esconderan las voces del consuelo?
Hecho de menos la milagrosa plenitud de las mañanas soleadas.
¿Qué hay?
Monstruosos objetos con sonrisas de metal, salones vacíos, noches en blanco, lágrimas sin nombre, palabras vacías y un plano de realidad como un mural de cartón mojado por la lluvia.
No soy así a pesar de no saber quién soy.
Hecho de menos la fe que me permitía reír.
¿A dónde he llegado?
Hecho de menos los descabellados sueños mecerse en dudas.
¿Qué es lo que ha pasado?
Hecho de menos el tiempo perdido.
¿Cuándo empezó?
La nostalgia me desgarra. El tiempo se ha allanado tanto que he perdido la orientación. Confundo los libros por mis recuerdos.
¿Cuánto más se esconderan las voces del consuelo?
Hecho de menos la milagrosa plenitud de las mañanas soleadas.
¿Qué hay?
Monstruosos objetos con sonrisas de metal, salones vacíos, noches en blanco, lágrimas sin nombre, palabras vacías y un plano de realidad como un mural de cartón mojado por la lluvia.
No soy así a pesar de no saber quién soy.
sábado, 3 de diciembre de 2011
Homenaje al anuncio de la Lotería de Navidad 2011
Deseo tener éxito social
Deseo que mi mujer presuma de mí
Deseo no hacer nunca ningún esfuerzo
Deseo igualmente, no tener que sacrificarme por nada
Deseo no depender de las ordénes o limitaciones impuestas
Deseo ser totalmente libre para hacer lo que me apetezca
Deseo salir de copas todos los sábados
Deseo tener todos los discos de mi grupo favorito
Deseo sentirme protegido el resto de mi vida
Deseo que todo el mundo respete quién soy
Deseo vivir en una casa con todavía más espacio
Deseo poder ser feliz para siempre
Deseo no tener que trabajar nunca más conservando todo lo que tengo
Todos tus deseos hacen posible la Lotería de Navidad.
La eternidad
Súbitamente emanas del café
delicioso regalo de la nada
que empapas todo el aire con tu olor
impidiendo al tiempo respirar.
Vívida y huidiza verdad
que en silencio codicio
entre las falsas sombras
de lo pensado.
Una deliciosa ofrenda
que juega en condensar mi tiempo
cuando estoy distraída
y que ya se escurre,
maldita caprichosa,
por la ventana entreabierta.
martes, 15 de noviembre de 2011
Henry Miller. El Arte.
"Y todo lo que no alcance el nivel de ese espectáculo espantoso, todo lo que sea menos escalofriante, menos aterrador, menos demencial, menos ambriagador, menos contagioso, no es arte. El resto es falso. El resto es humano. El resto corresponde a la vida y a la ausencia de vida."
miércoles, 9 de noviembre de 2011
Momentos "que para qué"
Por eso el mundo me duele, porque lo percibo con una violenta y cristalina claridad. La realidad está empapada de sí misma. Este lúgrube bar vacío es un mar de olores distintos, la mayoría desagradables y vomitivos; unos estímulos que entran en masa y sin control por mis cavidades nasales, ensuciando la pureza que mi cuerpo, en la desdicha, pretende conservar. Suspiro y cual un muelle oxidado, mi pecho se hunde. Expulsar el aire no me vacía sino justo lo contrario, me quedo solo con el peso de mi nada.
Podría estar contemplando esas paredes de color salmón y ceniza, enmarañadas de grasa y huellas, interminablemente. Todo está tan lleno de sí mismo que se convierte en una sobredosis de placer sensitivo pero a su vez, es agobiante y me paraliza. Como si el todo estuviera contenido en una sauna, en las profundidades del mar, en una sala de fumadores, un día de constante lluvia.
No tiene por qué ocurrir nada. Me estoy permitiendo el lujo de ser una ameba, completamente pasiva, sin principio de acción ni voluntad. De agotamiento y inanición, me muero perdido en la languidez de un acontecer que se escurre incansablemente. Me resigno hasta quedar absorbido por el hedor y las voces del aire, los recuerdos que hablan solos en tu cabeza, los pensamientos con voz de otro, el sueño que se perpetúa, el grito apagado, el absurdo ruido terrible de la histeria que me acecha, ahí fuera, y en cuando decidiré levantarme otra vez.
El tiempo. El tiempo se ha fundido en el aire y en objetos que evocan obstinados imágenes vagas como fantasmas de sus mundos muertos y fríos. La identidad. La identidad se perdió ya hace tiempo… en el origen, lugar sin lugar, sin representación. La falta me produce este estado de catatonia que vivo, de fiebre, pesadez devoradora que me deja así, sin aptencias ni esperanzas. Soy un ser siempre diferente, una consecución imparable de fenómenos cada uno radicalmente extraño al precedente y la ausencia de nombre me duele, la siento en mi pecho como un agujero negro que me devora insaciable. El grito pero hacia adentro.
¿Qué quieres que te dé estúpido patán? Coge lo que quieras de mí, si puedes. Me siento expuesto, plenamente cuerpo, frágil y permeable. No quiero sufrir más de nada. Imbécil. Cógeme la mano y apriétala, demuéstrame que no soy una imagen borrosa, un espectro olvidado condenado a vagar en la eternidad o lo que es lo mismo, anclado en el plano del siempre-presente hasta mi muerte. Tu, tu hedor, esta sonrisa desfigurada, esta soledad que tienes encerrada allí en esa habitación oscura sin puerta de tu alma, dime algo que me haga bacteria. Podrías ser una mujer con vientre de madre que guarda en su seno el secreto de mi desdicha y el lugar del reposo perdido, el paraíso, mi auténtica salvación. Si tu fueras fémina, besándote y tocándote los pechos, al menos podría creer por unos instantes que puedo palpar eso sin nombre y así olvidar esta desesperanza atroz que me desgarra.
Sin embargo, eres un asqueroso hombre que gesticula toscamente, seguramente para olvidarse de que tiene un cuerpo repugnante e inmundo. No te oigo. Lloro desde dentro. Pero tranquilo, hace tiempo que perdí la esperanza de encontrar a alguien capaz de leer en mi mirada lo que las palabras no pueden gritar.
Inspiro y me empapo de grasa condensada, carne congelada, café recién hecho, humo, colillas mal apagadas, cerveza vertida, trapos sucios, el eco de unos tacones, un bolso abriéndose, un ligero olor a perfume…
Podría estar contemplando esas paredes de color salmón y ceniza, enmarañadas de grasa y huellas, interminablemente. Todo está tan lleno de sí mismo que se convierte en una sobredosis de placer sensitivo pero a su vez, es agobiante y me paraliza. Como si el todo estuviera contenido en una sauna, en las profundidades del mar, en una sala de fumadores, un día de constante lluvia.
No tiene por qué ocurrir nada. Me estoy permitiendo el lujo de ser una ameba, completamente pasiva, sin principio de acción ni voluntad. De agotamiento y inanición, me muero perdido en la languidez de un acontecer que se escurre incansablemente. Me resigno hasta quedar absorbido por el hedor y las voces del aire, los recuerdos que hablan solos en tu cabeza, los pensamientos con voz de otro, el sueño que se perpetúa, el grito apagado, el absurdo ruido terrible de la histeria que me acecha, ahí fuera, y en cuando decidiré levantarme otra vez.
El tiempo. El tiempo se ha fundido en el aire y en objetos que evocan obstinados imágenes vagas como fantasmas de sus mundos muertos y fríos. La identidad. La identidad se perdió ya hace tiempo… en el origen, lugar sin lugar, sin representación. La falta me produce este estado de catatonia que vivo, de fiebre, pesadez devoradora que me deja así, sin aptencias ni esperanzas. Soy un ser siempre diferente, una consecución imparable de fenómenos cada uno radicalmente extraño al precedente y la ausencia de nombre me duele, la siento en mi pecho como un agujero negro que me devora insaciable. El grito pero hacia adentro.
¿Qué quieres que te dé estúpido patán? Coge lo que quieras de mí, si puedes. Me siento expuesto, plenamente cuerpo, frágil y permeable. No quiero sufrir más de nada. Imbécil. Cógeme la mano y apriétala, demuéstrame que no soy una imagen borrosa, un espectro olvidado condenado a vagar en la eternidad o lo que es lo mismo, anclado en el plano del siempre-presente hasta mi muerte. Tu, tu hedor, esta sonrisa desfigurada, esta soledad que tienes encerrada allí en esa habitación oscura sin puerta de tu alma, dime algo que me haga bacteria. Podrías ser una mujer con vientre de madre que guarda en su seno el secreto de mi desdicha y el lugar del reposo perdido, el paraíso, mi auténtica salvación. Si tu fueras fémina, besándote y tocándote los pechos, al menos podría creer por unos instantes que puedo palpar eso sin nombre y así olvidar esta desesperanza atroz que me desgarra.
Sin embargo, eres un asqueroso hombre que gesticula toscamente, seguramente para olvidarse de que tiene un cuerpo repugnante e inmundo. No te oigo. Lloro desde dentro. Pero tranquilo, hace tiempo que perdí la esperanza de encontrar a alguien capaz de leer en mi mirada lo que las palabras no pueden gritar.
Inspiro y me empapo de grasa condensada, carne congelada, café recién hecho, humo, colillas mal apagadas, cerveza vertida, trapos sucios, el eco de unos tacones, un bolso abriéndose, un ligero olor a perfume…
martes, 8 de noviembre de 2011
domingo, 16 de octubre de 2011
Excentricidades II
II. Hoy mi cuerpo está: no kisses no sex.
PD: Como en el diario de muerte, aquí no todas las reglas se presentan desde el inicio.
PDD: La fecha en la que se publica la sentencia no tiene por qué coincidir con la fecha en la que verdaderamente ella apareció en mi caprichosa mente.
PD: Como en el diario de muerte, aquí no todas las reglas se presentan desde el inicio.
PDD: La fecha en la que se publica la sentencia no tiene por qué coincidir con la fecha en la que verdaderamente ella apareció en mi caprichosa mente.
Vals para soportar el inminente ahogo
http://www.youtube.com/watch?v=-xiwrqV7Tc8
¡Oh!
De repente todo se ha diluido.
... me ahogo...
...me ahogo...
empiezo a dar vueltas,
como una loca.
¿Dónde está el sol?
Empapada de cansancio y desesperación
busco enajenada el consuelo, la superficie
el reposo...
hasta que una idea espantosa aparece en mi mente: mierda, no hay superfície.
Tendré que nadar,
con lo que cuesta,
hasta que muera.
¡Oh!
De repente todo se ha diluido.
... me ahogo...
...me ahogo...
empiezo a dar vueltas,
como una loca.
¿Dónde está el sol?
Empapada de cansancio y desesperación
busco enajenada el consuelo, la superficie
el reposo...
hasta que una idea espantosa aparece en mi mente: mierda, no hay superfície.
Tendré que nadar,
con lo que cuesta,
hasta que muera.
viernes, 7 de octubre de 2011
Publicarlo es enterrarlo II
El hechizo.
Tus alentados besos
atraviesan impúdicos
los misterios de mi temerosa alma
expuesta desnuda
en la entrada oscura de mis entrañas.
En ellos, ante tu alma imperturbable,
se deja, excitado, profanar mi ser.
Libremente,
Tu terrible y callado deseo
lame, se embulle
y somete,
cruel y obsceno,
el lecho de mis palabras.
Me desencantas.
Saciada la pasión,
Despegas tus garras
Abandonas lo entregado
Y huyes cual cobarde
ante mi mirada que te exhorta una verdad
que prefieres obviar.
Siempre vuelves a tí
Guardándote de cualquier peligro
Sin reconocer lo acaecido.
Entregas los hechos indefensos
al insaciable y cruel tiempo
que todo lo engulle
y todo lo olvida.
Escondiendo tu secreto,
Me excluyes, me condenas,
A ser tan sólo para ti
un ser de tus antojos,
un capricho desdichado,
un cuerpo sin derecho a ser recuerdo.
Tus alentados besos
atraviesan impúdicos
los misterios de mi temerosa alma
expuesta desnuda
en la entrada oscura de mis entrañas.
En ellos, ante tu alma imperturbable,
se deja, excitado, profanar mi ser.
Libremente,
Tu terrible y callado deseo
lame, se embulle
y somete,
cruel y obsceno,
el lecho de mis palabras.
Me desencantas.
Saciada la pasión,
Despegas tus garras
Abandonas lo entregado
Y huyes cual cobarde
ante mi mirada que te exhorta una verdad
que prefieres obviar.
Siempre vuelves a tí
Guardándote de cualquier peligro
Sin reconocer lo acaecido.
Entregas los hechos indefensos
al insaciable y cruel tiempo
que todo lo engulle
y todo lo olvida.
Escondiendo tu secreto,
Me excluyes, me condenas,
A ser tan sólo para ti
un ser de tus antojos,
un capricho desdichado,
un cuerpo sin derecho a ser recuerdo.
miércoles, 5 de octubre de 2011
Excentricidades I
Esta insignificante sección que acabo de inaugurar ha nacido con la pretensión de asilar todas esas sentencias paradójicas que han irrumpido en mi mente con la ambiciosa, inviable e irónica intención de sintetizar un hecho insólito que me ha ocurrido. Sin embargo, en ella no pretendo despertar el interés de conocer las circunstancias personales que explicarían estos disparates, mi propósito radica tan sólo en exhibir los delirios propios del lenguaje.
I. ¡El Anticristo me ha caído del cielo! Al final creeré en el destino.
PD.Es mejor acompañar el final de estas afirmaciones con la imagen de una sonrisa de complaciente incredulidad (si es que existe este estado de ánimo).
domingo, 25 de septiembre de 2011
Cinismo como inversión de la actitud ilustrada
Así termina la presentación oral de mi TFM.
Los dos filósofos nos muestran que el problema del nihilismo, finalmente, ha sido consecuencia de un error en la base de este proyecto filosófico: la separación entre la filosofía y la vida. Por ello, recuperan el cinismo, una práctica que arrojará luz sobre esta problemática,recuperando la necesidad de unión entre estas dos esferas. Por eso defendemos que, en el fondo, la propuesta del cinismo es una inversión, como alteración, en el sentido de parakharattein , de la misma Ilustración ya que evidencia el rechazo que sufren las ideas ilustradas (la verdadera efigie de la moneda)en el campo de la acción.
Según estos planteamientos, la homofonía entre el discurso y la praxis, acompañada de una actitud jovial y de falta de pudor, puede acabar con la pesadez, la mansedumbre y la autoresignación propias del nihilismo y permitir la emergencia de lo dionisíaco de la vida. Es el efecto cínico de espejo roto, en tanto que materialización de lo aceptado en el discurso, lo que convertirá la verdad en acción y, visible e insoportable como los actos insolentes de Diógenes, coneguirá que la actitud ilustrada tenga, finalmente, un efecto político de resistencia y subversión.
Así pues, para concluir, podemos afirmar que sólo anudando otra vez la práctica de la crítica con la existencia material, será posible la realización del segundo aspecto, el ético, que contenía la consigna kantiana ¡sapere aude!, a saber, que el ser humano debe atreverse a ser dueño de sí mismo y de su presente.
jueves, 22 de septiembre de 2011
Publicarlo es enterrarlo
Te escucho sumisa y solícita hablar de tu vida
Carente de tanto tiempo condensado,
cierro los ojos y en ella me albergo
A ella silenciosamente codicio
Siempre insatisfecha entre tus brazos
quiero empaparme de tu nostalgia
revivir contigo todas tus mañanas
sufrir el mismo frío que pasaste ese invierno
Sacralizamos juntos
todos tus recuerdos
Tu disfrutas contando
mientras yo intento trasladar mi ser
en esos momentos irrepetibles
Cuánto me he enamorado de tí…
Tanto que lamento no haber compartido todas tus sonrisas
De no haber pisado contigo los lugares que has recorrido
Ni haberte besado en ese bar que tanto te gustaba frecuentar
Deseosa de apoderarme de aquello que no puedo
alargo demasiado mis dedos
Extiendo y deformo mis brazos
Dilato ardorosa mis pupilas insaciables
Desfigurándome de miedo y asombro
Por suerte tu no me ves
Porque estás distraído
Recordando el sabor de esa cerveza
El nombre de ese mar
Luego tu te vas como una nube de humo
y me dejas empapada de tu perfume
perdida en el acto fallido de vivirte entero
loca por volver a intentar gozar lo inalcanzable
Fascinada y suspendida te miro,
desde a lo lejos me descubres
y, en el enlace de miradas,
me ofreces una sonrisa tan sincera
que me azora, me aprieta, me turba
y te la devuelvo, quebrada
Carente de tanto tiempo condensado,
cierro los ojos y en ella me albergo
A ella silenciosamente codicio
Siempre insatisfecha entre tus brazos
quiero empaparme de tu nostalgia
revivir contigo todas tus mañanas
sufrir el mismo frío que pasaste ese invierno
Sacralizamos juntos
todos tus recuerdos
Tu disfrutas contando
mientras yo intento trasladar mi ser
en esos momentos irrepetibles
Cuánto me he enamorado de tí…
Tanto que lamento no haber compartido todas tus sonrisas
De no haber pisado contigo los lugares que has recorrido
Ni haberte besado en ese bar que tanto te gustaba frecuentar
Deseosa de apoderarme de aquello que no puedo
alargo demasiado mis dedos
Extiendo y deformo mis brazos
Dilato ardorosa mis pupilas insaciables
Desfigurándome de miedo y asombro
Por suerte tu no me ves
Porque estás distraído
Recordando el sabor de esa cerveza
El nombre de ese mar
Luego tu te vas como una nube de humo
y me dejas empapada de tu perfume
perdida en el acto fallido de vivirte entero
loca por volver a intentar gozar lo inalcanzable
Fascinada y suspendida te miro,
desde a lo lejos me descubres
y, en el enlace de miradas,
me ofreces una sonrisa tan sincera
que me azora, me aprieta, me turba
y te la devuelvo, quebrada
jueves, 5 de mayo de 2011
Tentativa I. Sin totalidad
Un día encontraré lo que falta
En las terrazas de las casas, en sus antenas de televisión
En los tejados sucios y en las palomas que vuelan
Mientras miro ese cielo manchado
De aviones, nuves como algodón y rayos de sol.
Algo abrazará todo ésto extraño que se amontona
Como la basura, lo gris y lo muerto
Y eso me explicará porqué estoy
En la misma posición rígida y fría
Mirado ese paisaje lleno de cuerpos que han perdido su origen.
Me siento igual a vosotros
Algo me ha desgarrado tan profundo
Que no puedo recomponerme.
Y hay demasiadas imágenes
Todas en un mismo plano
Sin pasado ni porvenir.
Carteles publicitarios que brillan
Purpurina, luces de neón, terrazas vacías
Coches que pasan sin destino
Y que vulven sin ningún otro fin.
Algun día ese descompuesto
Sin alma y reciclable
Encontrará su lugar de pertenencia
En el que
se convertirá en película
Con argumento y final
Porqué este frío es insoportable
Esas cosas vacías y esas palabras sin dueño
Me estan volviendo loca
Me siento igual a eso sublime histérico
Algo me ha desgarrado tan profundo
Que no puedo recomponerme
Y hay demasiadas imágenes
Todas en un mismo plano
Sin pasado ni porvenir.
En las terrazas de las casas, en sus antenas de televisión
En los tejados sucios y en las palomas que vuelan
Mientras miro ese cielo manchado
De aviones, nuves como algodón y rayos de sol.
Algo abrazará todo ésto extraño que se amontona
Como la basura, lo gris y lo muerto
Y eso me explicará porqué estoy
En la misma posición rígida y fría
Mirado ese paisaje lleno de cuerpos que han perdido su origen.
Me siento igual a vosotros
Algo me ha desgarrado tan profundo
Que no puedo recomponerme.
Y hay demasiadas imágenes
Todas en un mismo plano
Sin pasado ni porvenir.
Carteles publicitarios que brillan
Purpurina, luces de neón, terrazas vacías
Coches que pasan sin destino
Y que vulven sin ningún otro fin.
Algun día ese descompuesto
Sin alma y reciclable
Encontrará su lugar de pertenencia
En el que
se convertirá en película
Con argumento y final
Porqué este frío es insoportable
Esas cosas vacías y esas palabras sin dueño
Me estan volviendo loca
Me siento igual a eso sublime histérico
Algo me ha desgarrado tan profundo
Que no puedo recomponerme
Y hay demasiadas imágenes
Todas en un mismo plano
Sin pasado ni porvenir.
domingo, 20 de marzo de 2011
La Escritura de Sí. Michel Foucault
Por coincidencias fortuitas en las que creer en el destino puede ser una posibilidad para comprender lo ocurrido, uno oye y recibe sentencias o discursos que se inscriben perfectamente en su circunstancia particular y que por eso mismo, le penetran hasta lo más hondo de su ser. Como veremos, ésto es un momento de la escritura de sí, según M.Foucault, como ejercicio de producción de verdad en el sujeto. Es más, podréis constatar que este mismo texto que redactaré, como escritura, es otro momento de la “escritura de sí” que debe acompañar al primero, la escucha como recepción del legado intersubjetivo. Bref, que con este texto, ejercitaré lo mismo que trataré: el tema de “la escritura de sí”.
Mi último texto en este blog planteaba la necesidad de una suerte de superfície, un sujeto en el fondo, en la que los temas de los que hablas, las lecturas que haces, las clases a qué asistes… deben poder retenerse y asimilarse. Días después, una compañera de clase hizo una exposición sobre “La Escritura de Sí” en Michel Foucault, una reflexión sobre los ejercicios de lectura/escritura/escucha como prácticas de sí en la estética de la existencia. Y en esa exposición descubrí que esa superfície de la que hablaba, lo que se tiene que embellecer, el ahí dónde lo leído y escuchado debe “escribirse”, es mi propia existencia.
Foucault estudia la “escritura de sí” como práctica en la estética de la existencia griega. Ahora bien, no quiere hacer una historia de las prácticas de sí sino demostrar la contingencia del presente mostrando que las prácticas éticas y su sujeto correlativo son siempre históricas y que pueden estar sujetas a cambios. Esto define la genealogía a diferencia de la génesis. Nos hará ver que el sujeto no ha sido siempre sujeto de verdad, como ahora lo concebimos. Ese sujeto que contiene la verdad como algo oscuro y a descubrir apareció después ya que en la antigüedad, había otra relación entre verdad y sujeto: la verdad lo produce.
Es en este contexto de la antigüedad, dónde la verdad produce al sujeto, cuando la escritura de sí adquiere importancia. La exigencia de Foucault por constatar que la noción de sujeto fundamento, nacido en la metafísica del alma cuyo origen es el Alcibíades de Platón pero que se instauró en el cristianismo y pasó por la Ilustración y llegó hasta nuestros días, nace de una necesidad: la liberación del sujeto objetivado porqué bajo esta ficción, éste queda sujetado a los dispositivos de poder y a sus prácticas descursivas que lo convierten en un mero efecto de sometimiento, producido por algo otro que sí mismo. A saber, postular una interioridad objetivada del sujeto, como algo escondido y oscuro que se debe revelar, hace posible los discursos de las ciencias humanas, cómplices de las disciplinas como la criminología o la psiquiatría, hace posible el ejercicio de un cierto biopoder (poder sobre la vida: análisis médicos, medicalización, internamiento, sometimiento a prácticas disciplinarias, etc)
Bien, y ¿qué relación hay entre las prácticas de la verdad en la estética de la existencia, el hacer de la vida una obra de arte, y la escritura de sí? La tesis fundamental de Foucault consiste en afirmar que en la filosofía antigua, la verdad producía al sujeto y esta verdad misma, estaba producida por la intersubjetividad. La función de la escritura era transformar los discursos recibidos en principos racionales de acción y por lo tanto, era una transformación de un discurso ajeno a una verdad del sujeto, en un ethos. Según Foucault, esta producción del sujeto cuando asimila los discursos recibidos, tiene lugar por medio de dos formas de intersubjetividad: la relación con la tradición mediante lecturas (los hypomnemata) y la correspondencia (no voy a tratar esta última)
Voy a describir la experiencia de la escritura en el sujeto antiguo y después, la voy a comparar con otra completamente diferente, a saber, la de las prácticas ascéticas durante el cristianismo que presuponen una objetividad, una alma, en el sujeto. Primero, los hyponemnata, són una techné que producen un ethos. Tal y como ya he explicado anteriormente, el sujeto no tiene un carácter, unas cualidades o características del alma sino que es algo que se produce y los hypomnemata serán una de esas técnicas para ejercitar el arte de producirse. Los Hypomnemata eran prácticas para el ejercicio de la memoria como la colección de citas, de fragmentos de textos, de experiencias vividas a las que uno podía, así, tener acceso y recuperar cuando quisiera y que servirían de material para su producción escrita. Además, mantenían vivo el principio de acción racional porqué constituían orientaciones para la toma de decisiones y el ejercicio de una voluntad determinada con razones propias. Vemos que la tradición, lejos de ser algo en desuso por haber pasado de moda, en la antigüedad tenía un valor esencial para constituir este logos bioethicos.
Ahora bien, tal y como ya he planteado antes, debemos responder cómo éste legado intersubjetivo produce subjetividad sin sujeción, es decir, debemos resolver la paradoja de que las lecturas o lo que sería ahora la asistencia a clase, no produce un sujeto sino que es el sujeto mismo, leyendo o oyendo, que constituye su propia verdad. Asimismo, resolveremos la segunda paradoja: cómo la intersubjetividad puede producir subjetividad. Bien, Foucault resuelve las paradojas afirmando que la lectura siempre debe estar asociada a la escritura para que no se produzca un proceso de sujeción. Los hypomnemata deben ser el material dónde se parte para producir los propios discursos. Tanto la escritura como la lectura, tienen sus peligros si se practican por separado y con exceso. La escritura agota, es decir, se pierde el contenido cada vez que se hace un ejercicio de estilo. Y, por el contrario, el exceso de lectura dispersa: “Si uno pasa sin cesar de libro en libro, sin detenerse jamás, sin retornar de vez en cuando a la colmena con su provisión de néctar y, por lo tanto, sin tomar notas ni constituirse por escrito un tesoro de lectura, se expone a no retener nada, a dispersarse a través de pensamientos diferentes y a olvidarse de sí mismo” La escritura es el espacio de apropiación de la lectura (y también de la escucha): no recogemos todo lo de la tradición sino aquello que nos interesa, aquello que complementa nuestros pensamientos o que los enriquece; las sentencias que leemos deben estar siempre inscritas en una circunstancia particular insustituible en la cual tomaran sentido. Hay pues, dos procesos de unificación de la lectura en la escritura y que producen el sujeto sin sujeción: con la escritura primero se constituye un principio racional y segundo, se constituye una identidad singular. La escritura como asimilación de lectura es una práctica de sí, de producción de subjetividad y a la vez un ejercicio de embellecimiento de la existencia.
En contraposición a esta escritura de sí productora de verdad en el sujeto existe otra práctica de la escritura que presupone la existencia de una verdad interior que el sujeto debe tener que asumir, revelar ante sí mismo y ante los otros y esencialmente ante Dios. El ejemplo es de la vida de San Antonio descrita por Aramasio. En su escritura, intenta iluminar su interioridad, concebida como algo oscuro que debe reconocer; la escritura es una forma de tomar conciencia del pecado, ante sí y ante los otros. Como revelación de los movimientos del alma, como materialización de los sentimientos más profundos y vergonzosos, también tiene el papel de confesión y , finalmente, tiene el papel de prueba de verdad, de poder acabar con el demonio que quiere poseer su interioridad y que si no lo ilumina, podría acabar dejándose llevar por él. Podríamos establecer una continuidad entre este ejercicio y el de la práctica de escribir en un diario íntimo, porqué ahora mismo aún se conserva esta noción de sujeto que contiene una verdad que debe revelar, noción que Foucault, como he explicado en el principio, intenta deconstruir.
Ahora podéis comprovar lo que he explicado justo en el inicio del comentario: primero escribí un texto indagando sobre la “superfície” dónde lo que me interesaba debería incorporarse (circunstancia particular) Días después, escuché esa exposción oral y sentí como hablaban de lo mismo pero en otras palabras y decidí pedir el texto escrito (momento de relación intersubjetiva). Finalmente, he redactado mi propio comentario como un ejercicio de producción de subjetividad, de mi propia verdad.
Mi último texto en este blog planteaba la necesidad de una suerte de superfície, un sujeto en el fondo, en la que los temas de los que hablas, las lecturas que haces, las clases a qué asistes… deben poder retenerse y asimilarse. Días después, una compañera de clase hizo una exposición sobre “La Escritura de Sí” en Michel Foucault, una reflexión sobre los ejercicios de lectura/escritura/escucha como prácticas de sí en la estética de la existencia. Y en esa exposición descubrí que esa superfície de la que hablaba, lo que se tiene que embellecer, el ahí dónde lo leído y escuchado debe “escribirse”, es mi propia existencia.
Foucault estudia la “escritura de sí” como práctica en la estética de la existencia griega. Ahora bien, no quiere hacer una historia de las prácticas de sí sino demostrar la contingencia del presente mostrando que las prácticas éticas y su sujeto correlativo son siempre históricas y que pueden estar sujetas a cambios. Esto define la genealogía a diferencia de la génesis. Nos hará ver que el sujeto no ha sido siempre sujeto de verdad, como ahora lo concebimos. Ese sujeto que contiene la verdad como algo oscuro y a descubrir apareció después ya que en la antigüedad, había otra relación entre verdad y sujeto: la verdad lo produce.
Es en este contexto de la antigüedad, dónde la verdad produce al sujeto, cuando la escritura de sí adquiere importancia. La exigencia de Foucault por constatar que la noción de sujeto fundamento, nacido en la metafísica del alma cuyo origen es el Alcibíades de Platón pero que se instauró en el cristianismo y pasó por la Ilustración y llegó hasta nuestros días, nace de una necesidad: la liberación del sujeto objetivado porqué bajo esta ficción, éste queda sujetado a los dispositivos de poder y a sus prácticas descursivas que lo convierten en un mero efecto de sometimiento, producido por algo otro que sí mismo. A saber, postular una interioridad objetivada del sujeto, como algo escondido y oscuro que se debe revelar, hace posible los discursos de las ciencias humanas, cómplices de las disciplinas como la criminología o la psiquiatría, hace posible el ejercicio de un cierto biopoder (poder sobre la vida: análisis médicos, medicalización, internamiento, sometimiento a prácticas disciplinarias, etc)
Bien, y ¿qué relación hay entre las prácticas de la verdad en la estética de la existencia, el hacer de la vida una obra de arte, y la escritura de sí? La tesis fundamental de Foucault consiste en afirmar que en la filosofía antigua, la verdad producía al sujeto y esta verdad misma, estaba producida por la intersubjetividad. La función de la escritura era transformar los discursos recibidos en principos racionales de acción y por lo tanto, era una transformación de un discurso ajeno a una verdad del sujeto, en un ethos. Según Foucault, esta producción del sujeto cuando asimila los discursos recibidos, tiene lugar por medio de dos formas de intersubjetividad: la relación con la tradición mediante lecturas (los hypomnemata) y la correspondencia (no voy a tratar esta última)
Voy a describir la experiencia de la escritura en el sujeto antiguo y después, la voy a comparar con otra completamente diferente, a saber, la de las prácticas ascéticas durante el cristianismo que presuponen una objetividad, una alma, en el sujeto. Primero, los hyponemnata, són una techné que producen un ethos. Tal y como ya he explicado anteriormente, el sujeto no tiene un carácter, unas cualidades o características del alma sino que es algo que se produce y los hypomnemata serán una de esas técnicas para ejercitar el arte de producirse. Los Hypomnemata eran prácticas para el ejercicio de la memoria como la colección de citas, de fragmentos de textos, de experiencias vividas a las que uno podía, así, tener acceso y recuperar cuando quisiera y que servirían de material para su producción escrita. Además, mantenían vivo el principio de acción racional porqué constituían orientaciones para la toma de decisiones y el ejercicio de una voluntad determinada con razones propias. Vemos que la tradición, lejos de ser algo en desuso por haber pasado de moda, en la antigüedad tenía un valor esencial para constituir este logos bioethicos.
Ahora bien, tal y como ya he planteado antes, debemos responder cómo éste legado intersubjetivo produce subjetividad sin sujeción, es decir, debemos resolver la paradoja de que las lecturas o lo que sería ahora la asistencia a clase, no produce un sujeto sino que es el sujeto mismo, leyendo o oyendo, que constituye su propia verdad. Asimismo, resolveremos la segunda paradoja: cómo la intersubjetividad puede producir subjetividad. Bien, Foucault resuelve las paradojas afirmando que la lectura siempre debe estar asociada a la escritura para que no se produzca un proceso de sujeción. Los hypomnemata deben ser el material dónde se parte para producir los propios discursos. Tanto la escritura como la lectura, tienen sus peligros si se practican por separado y con exceso. La escritura agota, es decir, se pierde el contenido cada vez que se hace un ejercicio de estilo. Y, por el contrario, el exceso de lectura dispersa: “Si uno pasa sin cesar de libro en libro, sin detenerse jamás, sin retornar de vez en cuando a la colmena con su provisión de néctar y, por lo tanto, sin tomar notas ni constituirse por escrito un tesoro de lectura, se expone a no retener nada, a dispersarse a través de pensamientos diferentes y a olvidarse de sí mismo” La escritura es el espacio de apropiación de la lectura (y también de la escucha): no recogemos todo lo de la tradición sino aquello que nos interesa, aquello que complementa nuestros pensamientos o que los enriquece; las sentencias que leemos deben estar siempre inscritas en una circunstancia particular insustituible en la cual tomaran sentido. Hay pues, dos procesos de unificación de la lectura en la escritura y que producen el sujeto sin sujeción: con la escritura primero se constituye un principio racional y segundo, se constituye una identidad singular. La escritura como asimilación de lectura es una práctica de sí, de producción de subjetividad y a la vez un ejercicio de embellecimiento de la existencia.
En contraposición a esta escritura de sí productora de verdad en el sujeto existe otra práctica de la escritura que presupone la existencia de una verdad interior que el sujeto debe tener que asumir, revelar ante sí mismo y ante los otros y esencialmente ante Dios. El ejemplo es de la vida de San Antonio descrita por Aramasio. En su escritura, intenta iluminar su interioridad, concebida como algo oscuro que debe reconocer; la escritura es una forma de tomar conciencia del pecado, ante sí y ante los otros. Como revelación de los movimientos del alma, como materialización de los sentimientos más profundos y vergonzosos, también tiene el papel de confesión y , finalmente, tiene el papel de prueba de verdad, de poder acabar con el demonio que quiere poseer su interioridad y que si no lo ilumina, podría acabar dejándose llevar por él. Podríamos establecer una continuidad entre este ejercicio y el de la práctica de escribir en un diario íntimo, porqué ahora mismo aún se conserva esta noción de sujeto que contiene una verdad que debe revelar, noción que Foucault, como he explicado en el principio, intenta deconstruir.
Ahora podéis comprovar lo que he explicado justo en el inicio del comentario: primero escribí un texto indagando sobre la “superfície” dónde lo que me interesaba debería incorporarse (circunstancia particular) Días después, escuché esa exposción oral y sentí como hablaban de lo mismo pero en otras palabras y decidí pedir el texto escrito (momento de relación intersubjetiva). Finalmente, he redactado mi propio comentario como un ejercicio de producción de subjetividad, de mi propia verdad.
sábado, 19 de marzo de 2011
Hey you...!
Mirar hacia atrás. El presente parece un cúmulo de instantes efímeros acumulados, como los deshechos, restos en la basura, resíduos abocados en un mar que se funde con el cielo. Mirando al futuro, hacia la ausencia de horizonte. Construyendo sobre la base de una locura que desaparece cada vez que se intenta hablar de ella. Una cabeza que no aguanta el silencio porqué se oye a sí misma gritar. Un yo desgarrado, pedacitos de sueños, esperando vislumbrar alguna Ítaca hacia dónde remar.
Un peso en el pecho. Terribles olas de mar arrastrando fragmentos que quieren, como piezas de puzzles, encajar... pero no hay totalidad a construir. La escritura de sí es lluvia de arena que se disuelve en el agua salada. I cada escrito borrado, una frustración que se hunde hasta el ahogo.
Mirando hacia atrás, uno sólo puede reconocer, llorando, que ha huido. ¿De dónde sacar la fuerza para vivir si el desgarro es tan profundo que lo más vivo que tiene es la oportunidad de ver su mano, como algo extraño de sí, tocar la realidad material? ¿Cómo unir esas profundidades con el mundo? ¿ Y qué las separó una vez?
Pink Floyd. Impulsos de vida que no dejan que lo dislocado se pierda. Abrazados por esa música celestial que recoge y refleja los flujos de dolor, amor, pesar, desengaño, turbación..., los pensamientos se calman. La ternura de lo más sentido, las manos de una voz acariciando lo más íntimo, el suave roce de una nota... mantienen esa locura hipnotizada. Un barco sin rumbo en un día de viento sumiso.
Y no hay instante en el que no piense cómo empezó todo, porqué he ido hacia aquí y cómo, en el paso de este tiempo esponjoso en el que me he batido como una polilla perdida, he conseguido aguantar... ¿What have we found? The same all fears.
No hay celebración posible, todo es un simulacro que ha llegado a tal falsedad que el vacío empieza a hacer transparente lo que lo recubría. La piel o el disfraz empiezan a dolerme y no sé cómo llenar con el mismo contenido, el contenido que quería, esa nada disimulada. ¿Será posible que algún día, ame aquello que quise amar? ¿Podré algun día, ser quién he querido ser? Espero aquí, tumbada en una cama cualquiera, en ese mundo que siento sin principio ni fin, sin especificidad ni gracia alguna, que un angel baje del cielo y me diga: Jordina, ahora puedes sentir. Eso tan fantástico que transmites va a volverse también hacia tí. Ya no tienes que huir querida. Tu pasado tiene sentido. Puedes volver a hablar. ¿Ves allí al fondo? Es tu Ítaca, hacia dónde tienes que ir pero sin embargo, nunca querer llegar.
Un peso en el pecho. Terribles olas de mar arrastrando fragmentos que quieren, como piezas de puzzles, encajar... pero no hay totalidad a construir. La escritura de sí es lluvia de arena que se disuelve en el agua salada. I cada escrito borrado, una frustración que se hunde hasta el ahogo.
Mirando hacia atrás, uno sólo puede reconocer, llorando, que ha huido. ¿De dónde sacar la fuerza para vivir si el desgarro es tan profundo que lo más vivo que tiene es la oportunidad de ver su mano, como algo extraño de sí, tocar la realidad material? ¿Cómo unir esas profundidades con el mundo? ¿ Y qué las separó una vez?
Pink Floyd. Impulsos de vida que no dejan que lo dislocado se pierda. Abrazados por esa música celestial que recoge y refleja los flujos de dolor, amor, pesar, desengaño, turbación..., los pensamientos se calman. La ternura de lo más sentido, las manos de una voz acariciando lo más íntimo, el suave roce de una nota... mantienen esa locura hipnotizada. Un barco sin rumbo en un día de viento sumiso.
Y no hay instante en el que no piense cómo empezó todo, porqué he ido hacia aquí y cómo, en el paso de este tiempo esponjoso en el que me he batido como una polilla perdida, he conseguido aguantar... ¿What have we found? The same all fears.
No hay celebración posible, todo es un simulacro que ha llegado a tal falsedad que el vacío empieza a hacer transparente lo que lo recubría. La piel o el disfraz empiezan a dolerme y no sé cómo llenar con el mismo contenido, el contenido que quería, esa nada disimulada. ¿Será posible que algún día, ame aquello que quise amar? ¿Podré algun día, ser quién he querido ser? Espero aquí, tumbada en una cama cualquiera, en ese mundo que siento sin principio ni fin, sin especificidad ni gracia alguna, que un angel baje del cielo y me diga: Jordina, ahora puedes sentir. Eso tan fantástico que transmites va a volverse también hacia tí. Ya no tienes que huir querida. Tu pasado tiene sentido. Puedes volver a hablar. ¿Ves allí al fondo? Es tu Ítaca, hacia dónde tienes que ir pero sin embargo, nunca querer llegar.
miércoles, 19 de enero de 2011
Aconteixement
Ahir vaig sentir com s’apoderava de mi una nova relació amb el món. Fèia dies que em turbava el fet que no retenia el que aprenia, que no prestava atenció a allò que degustava i sobretot, em preocupava el fet que les històries dels homes, les tragèdies, la literatura, la simbologia de les imatges dels fets històrics o dels herois no les pogués traslladar en la meva singular experiència. No inscrivia en mi aquelles narracions i si ho feia, hi havia una falla insondable que les engolia abans de poder ser-me miralls. La vida era un eco llunyà, l’havia abandonat en la desconsideració per un motiu que encara desconeixo.
Mentre em posseïa aquestaa terrible sensació de presa de consciència de la distància, escoltava la profesora. M’apareixien pensaments de l’ell com ponts entre el jo i l’alter: havia de tenir coses per dir per a poder parlar, havia de tenir teles blanques de mí on pintar allò que escoltava. La Odissea d’Ulisses i la Divina Comèdia.
Just després, vaig sentir el cant de la última classe que es resistia a silenciar-se. Els cors de la filosofia ja m’havien sacsejat els sentits, aquella tarda. Cantaren la cançó dels aconteixements que proseguirien i gràcies a aquell cant, foren explicables. Vaig poder mirar enrere, contemplar i trobar el passat; es presentà la meva història i com si de cop m’hagués convertit en una ment omniabarcant, la podia narrar sencera. La podia observar com qui recorre un camí sobrevolant-lo, veure què havia fet de mi al llarg de la meva breu existència. I el més colpidor era que tornava a pensar aquelles petjades d’una forma diferent; i com en un camp a la primavera, banyat pels rajos de sol, els meus ulls fèien florir de moments allò que havia estat durant molt de temps un desert inhòspit, una capa de sorra que cobria i amagava el que havia realment ocorregut. Una ventada lacerant s’ho emportà tot per instants i es descobriren descarnades, el relleu i la marca, de les meves passes en el pla del temps.
Tant el primer com el segon moment, foren un sol aconteixement que disloca el sentit del present, te’l fa contemplar diferent i obre un futur encara no pensat, prest a ser inventat. Fou una fuga en el temps continu, una ofrena de llibertat; imatges de passat en teles del present vessant els seus colors com llavors, a les teles més pures del futur.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)