domingo, 25 de septiembre de 2011

Cinismo como inversión de la actitud ilustrada



Así termina la presentación oral de mi TFM.

Los dos filósofos nos muestran que el problema del nihilismo, finalmente, ha sido consecuencia de un error en la base de este proyecto filosófico: la separación entre la filosofía y la vida. Por ello, recuperan el cinismo, una práctica que arrojará luz sobre esta problemática,recuperando la necesidad de unión entre estas dos esferas. Por eso defendemos que, en el fondo, la propuesta del cinismo es una inversión, como alteración, en el sentido de parakharattein , de la misma Ilustración ya que evidencia el rechazo que sufren las ideas ilustradas (la verdadera efigie de la moneda)en el campo de la acción.

Según estos planteamientos, la homofonía entre el discurso y la praxis, acompañada de una actitud jovial y de falta de pudor, puede acabar con la pesadez, la mansedumbre y la autoresignación propias del nihilismo y permitir la emergencia de lo dionisíaco de la vida. Es el efecto cínico de espejo roto, en tanto que materialización de lo aceptado en el discurso, lo que convertirá la verdad en acción y, visible e insoportable como los actos insolentes de Diógenes, coneguirá que la actitud ilustrada tenga, finalmente, un efecto político de resistencia y subversión.

Así pues, para concluir, podemos afirmar que sólo anudando otra vez la práctica de la crítica con la existencia material, será posible la realización del segundo aspecto, el ético, que contenía la consigna kantiana ¡sapere aude!, a saber, que el ser humano debe atreverse a ser dueño de sí mismo y de su presente.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Publicarlo es enterrarlo

Te escucho sumisa y solícita hablar de tu vida
Carente de tanto tiempo condensado,
cierro los ojos y en ella me albergo
A ella silenciosamente codicio

Siempre insatisfecha entre tus brazos
quiero empaparme de tu nostalgia
revivir contigo todas tus mañanas
sufrir el mismo frío que pasaste ese invierno

Sacralizamos juntos
todos tus recuerdos
Tu disfrutas contando
mientras yo intento trasladar mi ser
en esos momentos irrepetibles

Cuánto me he enamorado de tí…
Tanto que lamento no haber compartido todas tus sonrisas
De no haber pisado contigo los lugares que has recorrido
Ni haberte besado en ese bar que tanto te gustaba frecuentar

Deseosa de apoderarme de aquello que no puedo
alargo demasiado mis dedos
Extiendo y deformo mis brazos
Dilato ardorosa mis pupilas insaciables
Desfigurándome de miedo y asombro

Por suerte tu no me ves
Porque estás distraído
Recordando el sabor de esa cerveza
El nombre de ese mar

Luego tu te vas como una nube de humo
y me dejas empapada de tu perfume
perdida en el acto fallido de vivirte entero
loca por volver a intentar gozar lo inalcanzable

Fascinada y suspendida te miro,
desde a lo lejos me descubres
y, en el enlace de miradas,
me ofreces una sonrisa tan sincera
que me azora, me aprieta, me turba
y te la devuelvo, quebrada