domingo, 16 de octubre de 2011

Excentricidades II

II. Hoy mi cuerpo está: no kisses no sex.


PD: Como en el diario de muerte, aquí no todas las reglas se presentan desde el inicio.

PDD: La fecha en la que se publica la sentencia no tiene por qué coincidir con la fecha en la que verdaderamente ella apareció en mi caprichosa mente.

Vals para soportar el inminente ahogo

http://www.youtube.com/watch?v=-xiwrqV7Tc8

¡Oh!

De repente todo se ha diluido.

... me ahogo...

...me ahogo...

empiezo a dar vueltas,

como una loca.

¿Dónde está el sol?

Empapada de cansancio y desesperación

busco enajenada el consuelo, la superficie

el reposo...

hasta que una idea espantosa aparece en mi mente: mierda, no hay superfície.

Tendré que nadar,

con lo que cuesta,

hasta que muera.

viernes, 7 de octubre de 2011

Publicarlo es enterrarlo II

El hechizo.

Tus alentados besos
atraviesan impúdicos
los misterios de mi temerosa alma
expuesta desnuda
en la entrada oscura de mis entrañas.


En ellos, ante tu alma imperturbable,
se deja, excitado, profanar mi ser.


Libremente,
Tu terrible y callado deseo
lame, se embulle
y somete,
cruel y obsceno,
el lecho de mis palabras.


Me desencantas.


Saciada la pasión,
Despegas tus garras
Abandonas lo entregado
Y huyes cual cobarde
ante mi mirada que te exhorta una verdad
que prefieres obviar.


Siempre vuelves a tí
Guardándote de cualquier peligro
Sin reconocer lo acaecido.
Entregas los hechos indefensos
al insaciable y cruel tiempo
que todo lo engulle
y todo lo olvida.


Escondiendo tu secreto,
Me excluyes, me condenas,
A ser tan sólo para ti
un ser de tus antojos,
un capricho desdichado,
un cuerpo sin derecho a ser recuerdo.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Excentricidades I


Esta insignificante sección que acabo de inaugurar ha nacido con la pretensión de asilar todas esas sentencias paradójicas que han irrumpido en mi mente con la ambiciosa, inviable e irónica intención de sintetizar un hecho insólito que me ha ocurrido. Sin embargo, en ella no pretendo despertar el interés de conocer las circunstancias personales que explicarían estos disparates, mi propósito radica tan sólo en exhibir los delirios propios del lenguaje.

I. ¡El Anticristo me ha caído del cielo! Al final creeré en el destino.


PD.Es mejor acompañar el final de estas afirmaciones con la imagen de una sonrisa de complaciente incredulidad (si es que existe este estado de ánimo).