Creo que este fragmento de artículo, puede complementar mis dos últimos escritos. Estaré llegando al Anti-Edipo?
En la "juridición de la hambre", en el tiempo adquisitivo, de los valores, en el orden del destino, rige el principio burocrático de " un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio" y es intolerable que el cucharón no esté donde tiene que estar. Las gallinas, por su parte, están contadas, contabilizadas, controladas, y no sólo por si sobreviene una mortandad avícola y llegan a ser demasiado pocas y hay que racionarlas, sino también por si viene un año demasiado próspero y las gallinas aumentan más de lo debido, y hay que sacrificar las excedentes en aras de lo que suele llamarse "creación de riqueza", porque entre ésta y el remedio de las carencias humanas, o sea, entre los valores y los vienes, hay un antagonismo irreductible.
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