XXXIX. No sé si es tu cerebro, tu lengua, tus cuerdas vocales...lo cierto es que tienes un dispositvo, una maquinara implacable que come, engulle, retoma lo otro, trabaja su límte.... a velocidades asombrosas. Casi no veo tus manos de lo rápido que se mueven y casi me pierdo en los lugares que me señalan. Así que nada, quería decirte autrement l'autre pero parece que ya hablaste con él.
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